Aquí, entre Sant Cugat del Vallés y Barcelona es donde utilizo el Coaching como método efectivo, tanto para la concreción de objetivos como encontrar los recursos necesarios para alcanzarlos. El objetivo del Coach es hacer que el cliente consiga lo que quiere con los propios logros del cliente, ayudarlo a desarrollar la mejor versión de si mismo. Paradójicamente, un buen Coach consigue que sus clientes no lo necesiten.
En resumen: El Coaching nos permite organizar de la mejor manera el presente que vivimos para enfocarnos con claridad y fuerza hacia el futuro que deseamos.
Trabajo también con Terapia, haciendo uso del Tarot Generativo y otras herramientas terapéuticas que nos ayudan a indagar y transformar con mas precisión. Todos tenemos un punto ciego, algo en lo que somos incapaces de actuar o ver por nosotros mismos.
Hay momentos del pasado a los que estamos atados, aferrándonos con fuerza de manera inconsciente a vivencias que no han sido digeridas y que se manifiestan en nuestro día a día bajo la forma de estrés, miedo, insomnio, rabia, apatía, depresión, etc. Momentos de la vida en que nos sentimos confusos, en que volvemos a ver una y otra vez en el mismo hoyo, en que sentimos un vacío, en que no sabemos gestionar mejor la relación con nuestra pareja, la familia, el trabajo, o con nosotros mismos. En estas ocasiones el Terapeuta nos ayuda mirar hacia atrás, hallando la solución para poner orden al presente, liberarnos de aquello que ya no queremos y vivir con mayor bienestar.
Generemos cambios significativos para un mayor bienestar
· Concretar y realizar objetivos
· Gestión del estrés
· Crecimiento personal
· Acompañamiento emocional
· Y la gran tríada: familia, pareja y trabajo
TAROT: Una valiosísima herramienta para romper con las trampas de nuestras propias lógicas que nos mantienen atrapados en caminos circulares. El Tarot Generativo indaga en nosotros mismos alzando puentes entre consciente y subconsciente, con la finalidad de orientarnos, respondernos, reflexionar.
Hay momentos del pasado a los que estamos atados, aferrándonos con fuerza de manera inconsciente a vivencias que no han sido digeridas y que se manifiestan en nuestro día a día bajo forma de estrés, miedo, insomnio, rabia, apatía, depresión, ansiedad, etc. Momentos de la vida en que nos sentimos confusos, en que nos volvemos a ver una y otra vez en el mismo hoyo, en que sentimos un vacío, en que no sabemos gestionar mejor la relación con nuestra pareja, la familia, el trabajo, o con nosotros mismos.